viernes, 2 de abril de 2010

Informe de lectura sobre el texto ¿Qué es ser un verdadero hombre y una verdadera mujer?


Este texto describe como el psicoanálisis enseña el papel del falo determinante en la clasificación de los sexos, la cual se hace en términos de tener o no tener, lo cual va mucho más allá del hecho de tener o no tener pechos, o de tener un genital masculino o femenino.


El falo es el significante que organiza la relación entre los sexos, Es muy distinto tener o no tener falo, a tener o no tener pechos. Una mujer puede no tener pechos y no poner en duda que pertenece al sexo femenino


Pareciera según el autor que la finalidad de un análisis es hacer que el sujeto consienta en tener el cuerpo que posee, el sexo prescripto por la biología. Este dato es, pues, por excelencia, la materia que hay que subjetivar, y no es algo que se subjetive siempre de la misma manera
Es decir que, el tener o no un pene, se transforma o da lugar a un modo de ser: ser hombre o ser mujer. Lo que sucede es que, pese a tener o no un falo, el sujeto puede estar inseguro de su sexo. La histérica, por ejemplo, es un sujeto que se pregunta si es o no una mujer. O un hombre musculoso, barbudo y bien plantado, puede no estar seguro de ser un hombre, puede no tener una certeza subjetiva sobre su sexo. De hecho, el ser tan musculoso y barbudo habla de su incertidumbre sexual. Igual sucede con la mujer que pasa una y otra vez por la cirugía cosmética. ¿Qué es entonces un verdadero hombre y una verdadera mujer? Pregunta el autor


Y continua diciendo evidentemente, no basta el cuerpo para decidirlo, es decir, que no se puede responder a esa pregunta diciendo que el hombre es el que tiene falo y la mujer es la que no tiene. falo Lacan dirá que el sexo no se funda en la realidad ni en la naturaleza, sino que se funda en el parecer, pero no de cualquier manera. Por eso, al hablar de la mujer, Lacan indica que «es la ausencia de pene la que la hace falo


Pero la verdadera mujer es aquella que lleva conscientemente un postizo ,el postizo lacaniano no es un fetiche. Y el verdadero hombre es aquel que desea a la mujer sin ambages, sin rodeos, en la medida en que no teme a la castración femenina tal manera que el hombre no es fetichista.si el postizo en una verdadera mujer

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