sábado, 17 de abril de 2010

Inf me de lectura sobre el texto El niño: entre la mujer, la madre… ¡y la escuela! La invención subjetiva



“Lo mejor que puede ocurrir cuando se enseña no es el hecho de vehiculizar un saber, no es informar sobre tal o cual concepto, sino de aprender a encontrar la verdad. Lo mejor que puede ocurrir es que una enseñanza favorezca el ejercicio de la verdad, que haga saborear la experiencia de la verdad... tendríamos la esperanza de que una enseñanza deje trazas que hagan soñar"
E. Laurent


Pero ¿Por qué éste niño no aprende?; tal vez, lo implícito de éste interrogante, dice el autor sería: ¿Qué aprende un niño?, pero para poder pensar esto se debe hacer un recorrido anterior, antes del qué y el cómo; se debe interrogar sobre algo fundamental y que posiblemente las teorías evolucionistas no tienen en cuenta, y es: ¿qué es un niño
Esta es una pregunta muy compleja que queda muchas veces relegada, pues el problema fundamental no es el niño, sino el aprendizaje sin embargo dice el autor después de leer a Freud, y a Lacan, se podría aventurar a insinuar tres cuestiones con relación a ¿Qué es un niño?:
• Un niño es nada pues un niño va a ser hasta que alguien lo nombre, o lo piense o lo desee: nada.

• Un niño es una sustitución en el sentido que es aquello que una niña espera de su padre
• Un niño es primero en el campo del Otro, con mayúscula el niño es el otro de quien lo nombra, lo piensa, lo desee. Ese Otro significativo se va a transformar en alguien que le va a dar cierto ordenamiento, que le va a permitir a este niño nada menos que vivir, en principio vivir; después, más adelante, se verá que más puede hacer entonces la supervivencia de un niño no tiene que ver con la naturaleza , es decir, no es natural que un niño sobreviva, no es un animal que busca el seno, se alimenta y después se va; el bebé no busca el seno, hay que ponerlo, y no tiene nada de natural eso; porque si fuera natural, un niño no necesitaría que lo nombren para poder vivir con un significado diferente de otro.
Desear un hijoes poder nombrarlo, poder sostenerlo, poder imaginarse cosas; incluso antes de nacer. La madre se imagina al bebé cuando ya está en el vientre, se imagina cosas y todavía no lo conoce, hasta compra la ropita y aún no sabe como va a ser, ya piensa en el nombre y todas esas .
Aquí ya se ingresa en el terreno de lo que es el aprendizaje fisiológico y el aprendizaje pedagógico, y tampoco va a ser natural, porque que un niño aprenda cualquier cosa va a tener que ver con la necesidad que tenga ese gran Otro, ese que es significativo para él, de que hable, y esto se ve en lo cotidiano: el niño espontáneamente no se pone a hablar.
Antes de seguir con esto es necesario saber que el niño primero:
Tiene una relación súper afectiva con la madre es como si ella lo tuviera todavía en el vientre el bebe es todo para ella y en ese sentido la satisface en pleno.
En la segunda etapa el bebe ya no la satisface tanto, no la completa tanto; en algún punto necesita de otra cosa, quiere salir con el marido, quiere acostarse con su marido, salir con sus amigos, quiere ver una película, y que nadie la moleste y que otro atienda al niño que llora y el niño ya no es tan objeto maravilloso para ella.
Luego entre los dos acuerdan de un modo no verbal que pueden estar o no estar for dan for cuando la madre esta ahí para darle comida o abrigo o para hablarle dan cuando la madre no esta pero el se puede poner un saco el puede pedir lo que le falta sin esperar a que mama lo infiera entonces el niño comienza a preguntarse que quiero , de que tengo ganas y esto va a ser fundamental
Pero entonces, ¿qué aprende un niño? Freud dice que el niño lo que debe aprender es a destetarse, y si se ve un bebé, ellos no sólo se alimentan con el seno de la madre, sino que se destetan, por eso, cuando se observa un bebé alimentándose, él toma el seno y lo deja, y en realidad se podría pensar ¿por qué?, ¿si sigue teniendo hambre, porque no sigue tomando? Freud también allí aporta algo y dice: “porque oscila entre prenderse y dejarlo.
Entonces pues ¿Por qué un niño aprende o no en la escuela? Lo primero que puede relacionarse, es que hay instituciones en las que hay alguien que le contesta siempre pero el niño también quiere escuchar de ese alguien, no tengo la menor idea
En resumidas cuentas todos los niños deben pasar por estos tiempos constituyentes, todos los que son sujetos pasan por estas operaciones y pueden constituirse como tales, por ello, las posiciones lógicas que ocupa un niño en el encuentro con el Otro primordial

sábado, 10 de abril de 2010

Datos sueltos sobre el texto “el Edipo en Lacan segundo tiempo”


Cabe resaltar que en el Edipo cuando se habla de madre o padre se refiere Lacan a unas posiciones que pueden ser ocupadas en un esquema, pero en este tiempo lo que es importante es que la madre deja de ser fálica y ella se vuelve del niño al padre entonces el niño supone que el padre tiene algo que él no tiene en caso de nacer un hermano el hermano pasaría a tener el falo para el niño y el también siente que entonces el hermano tiene lo que el no tiene a esto se le llama colapso narcisista ya que el ideal del yo pasa a ser dicho hermano .

Al referencia a la castración simbólica lacan dice que aquí el niño ya reconoce que a la madre le falta algo que debe buscar en otra parte el niño entonces deja de ser el falo y este pasa a existir para el independiente mente de otro personaje

En cuanto al padre simplemente es otro no debe ser el padre solo es otro que le aclara a la madre que no debe incorporar nuevamente su producto y al niño que no debe desear a la madre

La semana pasada recuerdo haberle preguntado a mi profesor de este curso el por qué el niño como varón también se sentía castrado, recuerdo que la respuesta de mi docente de “hasta el martes” ahora después de leer el segundo tiempo comprendo que realmente era una respuesta sencilla el niño también esta castrado pues el no siente como tal tener el falo en un primer momento lo tiene la madre y en un segundo tiempo lo tiene el padre además el niño siente que se le ha separado de una parte de su ser, la madre

Bueno prosigamos con este informe que más bien son ideas sueltas
Cuando se habla del nombre del padre el autor trae como ejemplo cuando en la iglesia el cura dice “en el nombre del padre” no es que él sea el padre pero lo trae como una autoridad ante su comunidad, aunque él no sea la autoridad si hay explicita una ley es por esto que la madre pude crear el padre en el nombre del padre sin embargo es importante el padre real ya que sin este se corre el riesgo de que la madre no opte por crear un padre simbólico

Informe de lectura sobre el texto “ Tres respuestas de la mujer a la castración”

1 ser el falo: convirtiéndose en objeto de deseo de los hombres en la medida en que ellos no tienen todo lo que ella ofrece

2 si la mujer no lo tiene -el falo-, lo puede pasar a tener adquiriendo un hombre es decir lo tiene haciendo uso del falo del hombre, a esto se denomina la fetichización del órgano masculino por parte de una mujer.

3 apropiarse de un niño como don del hombre simbolizando el falo en el niño. Aquí el hombre es desplazado y queda como un accesorio

Por otro lado el hombre se la pasa protegiendo su falo volviéndolo un ser egoísta, él no lo comparte, y entonces se masturba; la práctica masturbatoria es una forma de no darle a nadie lo que tiene.

¿Cómo responde la mujer a esto? Una verdadera mujer le sabrá mostrar al hombre lo ridículo que se ve con su posesión. La verdadera mujer es aquella que es opuesta a la mujer fálica, esa que desmiente la posición de ser la que no tiene. De ahí que sea tan difícil encontrar

viernes, 2 de abril de 2010

INFORME DE LECTURA SOBRE EL TEXTO. Neurosis, psicosis y fenómenos elementales.





En este texto el autor inicia explicando que en el psicoanálisis lacaniano hablamos de tres estructuras clínicas que como estudiantes de psicología de cuarto semestre ya dominamos medianamente.

Sin embargo el autor va a resaltar aquí a la estructura neurótica comprendiendo a la neurosis histérica, la cual privilegia el cuerpo del sujeto como lugar de inscripción de los síntomas, y la neurosis obsesiva, cuyos síntomas privilegian el pensamiento como lugar de aparición. Lo que fundamentalmente caracteriza al sujeto neurótico en general es que se trata de un sujeto de la duda: es el sujeto que se hace preguntas sobre su ser, su existencia y su deseo (”qué quiero, de dónde vengo, para dónde voy, quién me ama etc.”).

Pero tampoco echa de menos a la psicosis haciendo referencia a la paranoia es decir para que me entienda kory cuando el sujeto ha construido un delirio de persecución- y la esquizofrenia –que es nuevamente para que kory me entienda cuando el sujeto tiene un delirio de fragmentación del cuerpo

En la psicosis ya no se habla de síntomas, sino de «fenómenos elementales», los cuales van desde el delirio, hasta las alucinaciones (de voces o visuales) y construcción de nuevas palabras (neologismos). Lo que fundamentalmente caracteriza al psicótico es que se trata de un sujeto de la certeza: él tiene una certeza sobre lo que le está pasando, y esta certeza funda su delirio -por ejemplo: «soy la mujer de Dios y he venido a crear una nueva raza de hombres» (caso Schreber de Freud, 1911)-.

Para diagnosticar una estructura psicótica, el psicoanálisis lacaniano busca, entonces, lo que se denomina «fenómenos elementales», que se pueden presentar incluso antes del desencadenamiento de una psicosis, de un delirio, y es lo que se denomina prepsicosis; por esto es muy importante buscar dichos fenómenos elementales de forma metódica en un sujeto en el que se sospecha que sea psicótico.

Los fenómenos elementales se pueden clasificar en tres grandes grupos; ellos son:
fenómenos de automatismo mental, los cuales aluden fundamentalmente a “la irrupción de voces, del discurso de otros, en la más íntima esfera psíquica” es decir kory que en estos casos el sujeto dice escuchar una voz, que viene de afuera, que viene del Otro, que le dice cosas, le ordena hacer algo o lo insulta.
fenómenos que involucran el cuerpo: “fenómenos de descomposición, de despedazamiento, de separación, de extrañeza, con relación al propio cuerpo” Es decir que el sujeto psicótico tiene un delirio en el que su cuerpo es percibido como extraño o fragmentado.

También es posible encontrar una distorsión en la percepción del tiempo y el espacio: el sujeto no sabe dónde se encuentra y en que período del tiempo se haya
.
“fenómenos que conciernen al sentido y a la verdad: En estos casos, el sujeto testimonia tener experiencias inefables o experiencias de certeza absoluta -"mi familia me quiere envenenar"-, o “expresiones de sentido o significación personal. En otras palabras, es cuando el paciente dice que puede leer, en el mundo, signos que le están destinados, o que contienen una significación que él no puede precisar, pero que le están dirigidos exclusivamente a él

Informe sobre la Lectura del texto “El estadio del espejo como formador de la función del yo tal como se nos revela en la experiencia psicoanalítica”





Este texto plantea La concepción del estadio del espejo que fue introducida por Lacan


Este no sólo induce una interpretación precisa del narcisismo y la pulsión de muerte freudianos, sino que otorga su justa ubicación a la «conciencia de sí» y a la «lucha del puro prestigio» hegelianas”. Ahora es un tema que a Lacan le parece interesante retomar por “las luces que aporta sobre la función del yo en la experiencia que de él nos da el psicoanálisis”.


En esta etapa el niño anticipa el dominio de su unidad corporal por la percepción de su propia imagen en un espejo.


Al hablar de la pre maturación el autor establece que, lo primero que destaca Lacan con relación a este estadío, es que se pone en juego un primer acto de inteligencia por parte de la cría humana:

que señala un momento decisivo del desarrollo mental del niño, a la vez que establece una relación libidinal esencial con la imagen del cuerpo. Es por esto que el «estadío del espejo» es un aspecto fundamental de la subjetividad y paradigma del orden imaginario.


El niño de seis meses queda fascinado por su reflejo en el espejo, quedando el sujeto captado y cautivado por su propia imagen mientras que el chimpancé comprende rápidamente que la imagen es ilusoria, perdiendo rápidamente interés en ella.


Si este acontecimiento llama la atención de Lacan, “espectáculo impresionante de un lactante ante el espejo”, dice él en los Escritos, es porque aquel “no tiene todavía dominio de la marcha, ni siquiera de la postura en pie”, lo cual es superado “en un jubiloso ajetreo” en el que queda suspendido “en una postura mas o menos inclinada”, y consigue, “para fijarlo, un aspecto instantáneo de la imagen”. Es decir a los seis meses el niño carece todavía de coordinación motriz. Sin embargo, su sistema visual está relativamente avanzado en madurez, pudiéndose reconocer en el espejo antes de haber alcanzado el control de sus movimientos corporales.


Al hablar más adelante del conocimiento paranoico el autor plantea que la «fase del espejo», nos revela “una estructura ontológica del mundo humano que se inserta en nuestras reflexiones sobre el conocimiento paranoico”, ya que el estadio del espejo demuestra que el yo es producto del desconocimiento e indica el sitio donde el sujeto se transfiere a sí mismo esto hace parte del autoconocimiento propio del registro imaginario. Es por la vía del reconocimiento que el sujeto llega al conocimiento de sí mismo, constituyéndose el yo, el cual, en última instancia, es un tipo ilusorio de autoconocimiento. Es éste conocimiento imaginario de sí mismo, alienado en el reconocimiento de la propia imagen, el que Lacan denomina «conocimiento paranoico», ya que él tiene la misma estructura de la paranoia. así como el neurótico constituye una estructura de desconocimiento por su alineación en el conocimiento de sí mismo.


Como el niño se vive al principio como despedazado, no hace ninguna diferencia entre lo que es él y el cuerpo de su madre, entre él y el mundo exterior. Llevado por su madre, él va a reconocer su imagen en el espejo, anticipando imaginariamente la forma total de su cuerpo. Pero el niño se vive y se posiciona en primer lugar como otro, el otro del espejo en su estructura invertida; así se instaura el desconocimiento de todo ser humano en cuanto a la verdad de su ser y su profunda alienación en la imagen que se va a dar de sí mismo.


Para poder entender todo lo que se pone en juego en el estadio del espejo, Lacan señala que basta para ello comprender a dicho estadio como una identificación, la cual es definida claramente como “la transformación producida en el sujeto cuando asume una imagen, lo que sucede en este momento es que “el yo se precipita en una forma primordial, antes de objetivarse en la dialéctica de la identificación con el otro y antes de que el lenguaje le restituya en lo universal su función de sujeto”.


Este contraste entre esa imagen ideal y su incoordinación motriz es sentido por el sujeto como una rivalidad con su propia imagen, porque la completud de la imagen amenaza al infante con la fragmentación. Así pues, en el estadio del espejo se produce de esta manera, una «tensión agresiva» entre el sujeto y la imagen. Esta Gestalt de la imagen corporal le da forma al yo. Lacan dice que ella “simboliza la permanencia mental del yo


Pero más allá de estas observaciones de Lacan sobre el estadío del espejo, él le hace cumplir a esa imagen especular una función fundamental para el sujeto, una función de paso de un estado a otro.
La función del estadio del espejo se nos revela entonces como un caso particular de la función de la imago, que es establecer, una relación del organismo con su realidad El estadio del espejo establece así una relación entre el interior del organismo con la realidad exterior..


Más adelante el autor retoma el cuerpo fragmentado para hacer énfasis en las fantasías que se sucederán desde una imagen fragmentada del cuerpo torpe hasta una forma total totalidad, y a la armadura por fin asumida de una identidad enajenante, que va a marcar con su estructura rígida todo su desarrollo mental.


Un aspecto fundamental de la fase del espejo es el narcisismo ; lo importante de este estadío, es la constitución en el sujeto del «narcisismo primario», “con el que la doctrina designa la carga libidinal propia de ese momento”. En efecto, lo que le da forma al yo en el estadio del espejo, es esta identificación primaria con la imagen especular.


Que es erótico porque el sujeto siente una fuerte atracción por la gestalt de su imagen; pero también es agresivo porque, como lo señalamos antes, el carácter de totalidad de esta imagen especular, contrasta fuertemente con la incoordinación fragmentada del cuerpo real del sujeto, apareciendo amenazado con la desintegración. Así pues, la relación narcisista se constituye en la dimensión imaginaria de todas las relaciones humanas, y la agresión y el erotismo van a subyacer en todas las formas de identificación, constituyendo una característica esencial del narcisismo. El estadio del espejo constituye entonces esta identificación primaria que da origen al yo ideal.


El final elemento del texto es la desconocimiento del yo en este sentido el autor se refiere una crítica de lacan a toda corriente que toma prestada a la experiencia analítica, basada en el existencialismo, y que pretende asegurar un psicoanálisis existencial, basándose en una supuesta autonomía del yo, o auto–suficiencia de la conciencia, que no es más que ilusión, en la medida en que, por ser el yo una construcción que se forma por identificación con la imagen especular, este no es más que el lugar donde el sujeto se aliena de sí mismo, transformándose en otro; de tal manera que la autonomía del yo es sencillamente una ilusión narcisista


Lacan insiste: nuestra experiencia se aparta de “concebir el yo como centrado sobre el sistema percepción-conciencia, como organizado por el «principio de realidad»”. Si el yo cumple una función, esta tiene por nombre «función de desconocimiento» y el desconocimiento no es ignorancia, sino que representa “una cierta organización de afirmaciones y negaciones, a la cual está adherido el sujeto.


Pero, ¿qué es lo que desconoce fundamentalmente el yo? Los determinantes simbólicos de su subjetividad, la determinación simbólica de su ser. “Así se comprende - dice Lacan en su estadío del espejo - , esa inercia propia de las formaciones del yo en las que puede verse la definición más extensiva de la neurosis”.

Informe de lectura sobre el texto ¿Qué es ser un verdadero hombre y una verdadera mujer?


Este texto describe como el psicoanálisis enseña el papel del falo determinante en la clasificación de los sexos, la cual se hace en términos de tener o no tener, lo cual va mucho más allá del hecho de tener o no tener pechos, o de tener un genital masculino o femenino.


El falo es el significante que organiza la relación entre los sexos, Es muy distinto tener o no tener falo, a tener o no tener pechos. Una mujer puede no tener pechos y no poner en duda que pertenece al sexo femenino


Pareciera según el autor que la finalidad de un análisis es hacer que el sujeto consienta en tener el cuerpo que posee, el sexo prescripto por la biología. Este dato es, pues, por excelencia, la materia que hay que subjetivar, y no es algo que se subjetive siempre de la misma manera
Es decir que, el tener o no un pene, se transforma o da lugar a un modo de ser: ser hombre o ser mujer. Lo que sucede es que, pese a tener o no un falo, el sujeto puede estar inseguro de su sexo. La histérica, por ejemplo, es un sujeto que se pregunta si es o no una mujer. O un hombre musculoso, barbudo y bien plantado, puede no estar seguro de ser un hombre, puede no tener una certeza subjetiva sobre su sexo. De hecho, el ser tan musculoso y barbudo habla de su incertidumbre sexual. Igual sucede con la mujer que pasa una y otra vez por la cirugía cosmética. ¿Qué es entonces un verdadero hombre y una verdadera mujer? Pregunta el autor


Y continua diciendo evidentemente, no basta el cuerpo para decidirlo, es decir, que no se puede responder a esa pregunta diciendo que el hombre es el que tiene falo y la mujer es la que no tiene. falo Lacan dirá que el sexo no se funda en la realidad ni en la naturaleza, sino que se funda en el parecer, pero no de cualquier manera. Por eso, al hablar de la mujer, Lacan indica que «es la ausencia de pene la que la hace falo


Pero la verdadera mujer es aquella que lleva conscientemente un postizo ,el postizo lacaniano no es un fetiche. Y el verdadero hombre es aquel que desea a la mujer sin ambages, sin rodeos, en la medida en que no teme a la castración femenina tal manera que el hombre no es fetichista.si el postizo en una verdadera mujer