sábado, 13 de marzo de 2010

Informe de lectura sobre “LAS ESTRUCTURAS CLÍNICAS EN EL PSICOANÁLISIS LACANIANO” de Hernando Alberto Bernal




Bernal en este texto nos aclara que el estudio de las enfermedades que afectan la psique de los sujetos, también se pude denominar como el estudio de las estructuras de subjetivación o constitución subjetiva de un ser humano.

Lo anterior para enfatizarnos que el psicoanálisis tiene, a diferencia de la psiquiatría, una clínica basada en tres grandes cuadros, que conforman a su vez las denominadas Estructuras Clínicas. Las cuales le permiten al psicólogo clínico y al psicoanalista comprender un sin número de comportamientos que reflejan la posición subjetiva, su estructura psíquica- determina también la forma como se va a intervenir con el sujeto,

Las Estructuras Clínicas planteadas por el psicoanálisis anota Bernal son básicamente
tres, la cuales, a su vez, se dividen en «modalidades» de la estructura.

ESTRUCTURA MODALIDAD

Neurosis: Histeria/ El sujeto de la duda Obsesión
Psicosis: Paranoia/ El sujeto de la certeza Esquizofrenia
Perversión: El Fetichismo es el paradigma de El sujeto tiene una
certeza sobre su goce sexual.
Estructura perversa.
La estructura neurótica comprende a la neurosis histérica, la cual privilegia el cuerpo del sujeto como lugar de inscripción de los síntomas, y la neurosis obsesiva, cuyos síntomas privilegian el pensamiento como lugar de aparición. Lo que fundamentalmente caracteriza al sujeto neurótico es que se trata de un sujeto de la duda: es el sujeto que se hace preguntas sobre su ser, su existencia y su deseo ué quiero, de dónde vengo, para dónde voy, quién me ama, a quien amo, etc.

La estructura psicótica abarca a la psicosis paranoica -cuando el sujeto ha construido un delirio de persecución el sujeto esquizofrénico tiene un delirio de fragmentación del cuerpo-. En la psicosis ya no se habla de síntomas, sino de «fenómenos elementales», los cuales van desde el delirio, hasta las alucinaciones (de voces o visuales) y construcción de nuevas palabras (neologismos). Lo que fundamentalmente caracteriza al psicótico es que se trata de un sujeto de la certeza: él tiene una certeza sobre lo que le está pasando, y esta certeza funda su delirio

Entonces dice Hernando para diagnosticar una estructura psicótica, el psicoanálisis lacaniano busca, «fenómenos elementales», es decir que para esta estructura no se habla de síntomas, como en la estructura neurótica, sino de fenómenos elementales. Estos fenómenos se pueden presentar incluso antes del desencadenamiento de una psicosis, de un delirio, y es lo que se denomina prepsicosis; por esto es muy importante buscar dichos fenómenos de forma metódica en un sujeto en el que se sospecha que sea psicótico.

Los fenómenos elementales se pueden clasificar en tres grandes grupos explica Bernal apoyado en Miller

1: fenómenos de automatismo mental, : irrupción de voces, del discurso de otros, en la más íntima esfera psíquica,e n estos casos el sujeto dice escuchar una voz, que viene
de afuera, que viene del Otro, que le dice cosas, le ordena hacer algo o lo insulta.

2 fenómenos que involucran el cuerpo: “fenómenos de descomposición, de despedazamiento, de separación, de extrañeza, con relación al propio cuerpo es decir el sujeto psicótico tiene un delirio en el que su cuerpo es percibido como extraño o fragmentado. También es posible encontrar una distorsión en la percepción del tiempo y el espacio: el sujeto no sabe dónde se encuentra y en que período del tiempo se haya.

3“fenómenos que conciernen al sentido y a la verdad experiencias inefables o experiencias de certeza absoluta, ya sea con respecto a su identidad -”yo soy Simón Bolívar”-, hostilidad de un extraño -”mi familia me quiere envenenar”-, o “expresiones
de sentido o significación personal. En otras palabras, es cuando el paciente dice que puede leer, en el mundo.

Despues de lo anterior nuestro querido docente nos resalta un punto bastante importante al decir que hay que tener en cuenta que en el psicoanálisis, el diagnóstico no se hace en base a la observación de los síntomas, sino que también abarca la posición del sujeto o la localización subjetiva, la cual no se hace en base a la a los síntomas que se observan es decir que lo más importante en la clínica psicoanalítica es la posición que asume el sujeto frente a sus síntomas o su malestar. Es decir que el diagnóstico de la estructura no se hace en base a los síntomas del sujeto, sino en base a la posición que él tiene frente a ellos.

Es evidente destaca que las estructuras no se recubren entre ellas. Esto quiere decir que un sujeto neurótico no puede ser psicótico, y un sujeto con una estructura perversa no puede pasar a ser un neurótico -No se enloquece el que quiere, sino el que puede-. Tampoco un sujeto neurótico tiene una parte psicótica y otra parte perversa, como tampoco se trata de convertir a un psicótico en neurótico, como si fuese mejor ser neurótico que loco. Las estructuras de subjetivación o constitución subjetiva de un sujeto, no cambian con el tiempo estas son fijas y para toda la vida. Esto significa, entonces, que un psicótico es incurable, que no puede dejar de ser un loco, así como un sujeto con una estructura perversa, será perverso toda su vida.

El perverso por su parte continua explicando Bernal basándose en Miller se caracteriza por que tiene una certeza sobre su goce, es decir que él sabe muy bien cómo, dónde y con quien alcanzar la satisfacción sexual. Un verdadero perverso es un sujeto que “ya sabe todo lo que hay que saber sobre el goce” La estructura perversa abarca también a las denominadas desviaciones de la conducta sexual.

Con respecto a la estructura perversa y al concepto de perversión en el psicoanálisis, Bernal aclara un punto que el contantemente nos resalta en sus clases en el discurso psicoanalítico, la palabra «perversión» tiene dos acepciones: una de ellas hace referencia a la estructura, y la otra a la sexualidad humana, la cual tiene, a su vez, una estructura perversa; toda la sexualidad humana, esa que denominamos “normal”, también contiene toda una serie de comportamientos de carácter perverso; se denominan en el argot psicoanalítico «rasgos perversos» En el psicoanálisis, la perversión como concepto alude a la alteración del supuesto objeto normal de la sexualidad -el sexo opuesto-, y la alteración de la supuesta meta normal de la sexualidad -el coito-. Es muy distinto, pues, que un sujeto sea un verdadero perverso, a que un sujeto neurótico tenga en su sexualidad un rasgo de perversión
para concluir Bernal nos anota que cada una de las estructuras de la neurosis, la psicosis y la perversión-, son formas de organizar la sexualidad, o si se quiere, son respuestas a la forma como se estructura la sexualidad en el sujeto. También se podría decir que son formas de respuesta a la historia sexual infantil del sujeto, historia que se desenvuelve en lo que Freud denominó «el complejo de Edipo» y su núcleo central: el «complejo de castración.

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